sábado, 25 de agosto de 2012

Desarrollan en UNAM novedoso modelo de atención para adictos al juego


México, 26 Ago. (Notimex).- La UNAM desarrolla un modelo de atención para personas con problemas de juego patológico (ludopatía), primero en su tipo en México, producto de un convenio con el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic).

Silvia Morales Chainé, jefa del Centro de Prevención en Adicciones Dr. Héctor Ayala Velázquez de la Facultad de Psicología, explicó que un equipo de universitarios investiga factores sociales, biológicos y contextuales que determinan que una persona invierta mucho tiempo en el juego y, como parte de él, en las apuestas.

Planteó que en la cultura mexicana se reportan comportamientos sociales considerados normales como jugar lotería, cubilete o serpientes y escaleras, aunque también otros pueden tener consecuencias negativas.

Es el caso de la ludopatía, un desorden reclasificado bajo el rubro de “adicción y trastornos relacionados”. También se define como un patrón de conducta que puede variar del juego problemático al patológico.

Quienes presentan ese transtorno incurren en comportamientos característicos que pueden considerarse de riesgo, como no poder contener el impulso a jugar.

“Es muy similar a los síntomas que observamos en la dependencia a sustancias: quiero dejar de hacerlo pero no puedo, conozco las consecuencias de mi problema y aun así no puedo parar, no puedo contenerme y no tengo capacidad de controlarme”, expuso Morales Chainé.

También se presenta el llamado síndrome de abstinencia, ansiedad por jugar y apostar y características de tolerancia, donde cada vez es necesario invertir más tiempo o más dinero en esa actividad para tener la misma sensación del principio.

La especialista explicó que en el proyecto se distingue al jugador social del problemático y del patológico.

“La analogía con el consumo de sustancias sería que hay personas que sólo experimentan con drogas, otras que usan o abusan de las sustancias sin tener dependencia y las que sí la han desarrollado, física o psicológicamente”.

El jugador puede ser de tipo “social”, sin tener diferencias familiares, laborales o de pareja, “problemático”, que aún no desarrolla síntomas de ansiedad pero ha tenido pérdidas en su vida laboral, social o económica, y el “patológico”, con síndrome de abstinencia por no jugar, o que identifica el problema, pero no puede detenerse.

Morales Chainé subrayó que en México no se cuenta con estadísticas oficiales relacionadas con ese fenómeno, que se ha vuelto de interés científico por la gran apertura de casas de juego en los últimos años, lo que favorece la conducta patológica.

Comentó que, además, muchos usuarios que consumen drogas enfrentan complicaciones por las apuestas, en tanto que 50 por ciento de los jugadores patológicos tiene problemas con el consumo de sustancias.

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